Un vehículo híbrido conectable (PHEV: Plug-In Hybrid Electric Vehicle) combina un motor de gasolina, un motor eléctrico y una batería de alto voltaje, y con ello lo mejor de dos mundos. Esto permite reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2. La colaboración entre ambos sistemas ofrece además prestaciones y potencia de aceleración adicionales.
Un híbrido conectable puede cargarse en un enchufe, un sistema Wallbox o un punto de carga pública (plug in = "enchufar" en inglés). La máxima eficiencia de un híbrido conectable se consigue con un acumulador totalmente cargado, por lo que se debe disponer de una posibilidad de carga en casa o en el lugar de trabajo.
La autonomía eléctrica para la conducción exclusivamente eléctrica con la batería completa alcanza, por ejemplo, en el BMW Serie 2 Active Tourer 230e xDrive, hasta 93 kilómetros. Gracias a los avances tecnológicos, la autonomía eléctrica seguirá aumentando considerablemente en los próximos años, como con todos los vehículos con batería de alto voltaje. Durante la recuperación, es decir, siempre que retiras el pie del acelerador, la energía cinética se transforma en energía eléctrica y se almacena en la batería para disfrutar de más kilómetros de autonomía eléctrica.
Como parte de la estrategia de "Poder de elección", BMW ofrece a sus clientes una gran selección de híbrido conectable como decisión consciente a favor de esta conducción particularmente eficiente.
Un híbrido conectable es ideal para los conductores que desean la máxima flexibilidad. Por un lado, dispone de un motor eléctrico para la vida diaria, por ejemplo, para el desplazamiento de ida y vuelta al trabajo optimizando los costes y de manera sostenible. Es perfecto para los desplazamientos regulares de longitud media entre el hogar y el trabajo, en los que predominan los kilómetros recorridos en modo eléctrico. Por otro lado, este vehículo ofrece la máxima autonomía y flexibilidad para los trayectos largos, como las escapadas de fin de semana en familia.